jueves, 29 de agosto de 2013

Maurice Sendak


Hoy traigo a un autor imprescindible, pues se trata de uno de los ilustradores infantiles con mayor reconocimiento mundial. Hablo de Maurice Sendak, autor estadounidense cuya obra más famosa es "Donde viven los monstruos", libro que fue bastante polémico en su tiempo, e incluso censurado. Ya explicaré por qué.

Pero es que Sendak rompió muchos tabúes. Los niños estadounidenses estaban acostumbrados a las moralejas y a las historias clásicas infantiles, sin contar La Biblia y las típicas lecturas escolares donde el contenido debía estar acorde con lo que la educación religiosa y moralista de aquellos años imponían.

Pero las historias que publicó Sendak están muy lejos de ser morales. En "Donde viven los monstruos", tenemos a Max, un niño que no solo es desobediente y con una tendencia a hacer lo que quiere, sino que su propia madre se pone a su altura. La historia es lo contrario a lo que cabe esperarse del deseable modelo familiar que se quería propagar en aquella época.

Muchos psicólogos y profesores denostaron este libro, alegando que era nocivo para la mente de los niños, por lo que en muchas escuelas y bibliotecas públicas fue prohibido. Afortunadamente, el libro gustó tanto a los niños que tuvo numerosas reediciones. Hoy en día incluso cuenta con un libro adaptado en formato novela y una película.

Maurice Sendak en su estudio

A pesar de que Sendak fue autor de muchos libros, también ilustró los clásicos de varios autores, como Andersen e incluso de temática más adulta, como Tolstoi y Melville.

Sendak murió el año pasado de un infarto cerebral, a los 83 años. Lo cierto es que el autor declaró -en un documental que se hizo sobre él- que estaba esperando con anhelo su muerte. Muerte que nunca llegaba, según sus palabras. 

El autor era homosexual, aunque por muchos años no lo admitió públicamente. El argumento del autor es que en su tiempo había demasiados prejuicios, y lo más probable es que no hubieran mirado con buenos ojos que un homosexual publicara libros para niños. Así de morbosa es la gente.

En su estilo se ha identificado una influencia de los pintores expresionistas, como Matisse. Se nota el uso del lápiz de tinta, acuarelas y pinturas acrílicas. Sus colores son muy determinados, lo que crea un estilo propio lleno de expresión dentro de historias únicas, que aún siguen haciendo soñar a niños, jóvenes y adultos de todas las generaciones. Un autor que de seguro quedará en la memoria colectiva.

Aquí algunas de sus ilustraciones.













domingo, 25 de agosto de 2013

Edward Gorey


Traigo hoy a un autor tan hilarante como fascinante. Hablo de Edward Gorey, quien ha inspirado a innumerables dibujantes y artistas por su estética oscura, satírica y detallista.

Gorey nació en Estados Unidos y siempre fue un hombre extravagante, aspecto suyo que llevó también a sus dibujos, los cuales cuentan historias plagadas de un humor macabro y a veces extraño, con temas recurrentes sobre la muerte, la desdicha, la tragedia y el miedo a lo desconocido.

El Huesped Dudoso

Gorey ha inspirado a personajes famosos como el cineaste Tim Burton y el artista argentino Liniers, quién hizo una versión personal de una de las historias más populares de Gorey: El Huesped Dudoso. Historia que personalmente me parece de las mejores, por lo curiosa y divertida que resulta, en la que una extraña criatura peluda convive con la familia que ha llegado a vivir a la nueva casa.


De las obras de Gorey, quizá la más famosa sea Los Pequeñoss Macabros, que narra la muerte de cada niño de acuerdo a la inicial de su nombre, componiendo el alfabeto. Otra de sus obras reconocidas es La niña desdichada y El ala oeste, todas con su particular estilo sombrío y trágico.

Su técnica era el dibujo a lápiz, con tinta negra y a veces carboncillo, por lo que se puede inferir tras ver los paisajes de fondo de algunas de sus obras. No usaba colores, salvo cuando las ilustraciones estaban en la portada. Se destaca sobre todo el dominio de las sombras, la luz y los detalles.



Gorey era un hombre huraño, que rara vez concedía una entrevista o salía de su casa, en la que convivía con varios felinos. Era un amante de la comida y le gustaba coleccionar un sin número de objetos, los que aglomeraban su casa. 

Gorey finalmente murió de un ataque al corazón, bastante viejo ya y con una larga trayectoria como dibujante a sus espaldas, el 15 de Abril del 2000, rodeado de sus libros, sus objetos y sus amados gatos. 

¡Disfruten de sus ilustraciones!











viernes, 23 de agosto de 2013

Beatrix Potter



Empiezo esta primera entrada del blog hablando del trabajo una de las ilustradoras y autoras de cuentos infantiles más reconocidas y también de las primeras pioneras en ilustración infantil para niños. El ratoncito que aparece en la portada es obra suya.

Se trata de Beatrix Potter, una mujer que nació en Inglaterra, en el siglo XIX, época que -ya bien sabido es por todos- no resultaba ser nada fácil para las mujeres independientes.

Beatrix en su adolescencia sosteniendo una de sus ratitas
Nacida en el seno de una familia de clase media alta -o nuevos ricos, como solían llamar en aquella época a quienes poseían una fortuna acomodada pero sin pertenecer a la aristocracia-, Beatrix tuvo una infancia solitaria, siempre al cuidado de niñeras y bajo la estricta educación de su madre, quien nunca vio con buenos ojos que su hija tuviera una tendencia a soñar despierta e imaginar historias.

Desde temprano, Beatrix desarrolló un talento para pintar y crear hermosas ilustraciones que retrataban, principalmente, a animales vestidos que vivían curiosas aventuras. Como nunca fue al colegio ni tuvo mucho contacto con gente de su edad, Beatrix convirtió a sus animales ilustrados en sus amigos y se encerró en su propio mundo personal, en el que desarrolló una mirada sensible del mundo que le rodeaba.

Sus ilustraciones tienen una estrecha inspiración en la naturaleza y los campos verdes llenos de flores, árboles y animales que frecuentaba con su familia desde niña, en donde pasaba largas temporadas. Allí, ella aprendió no solo a pulir su vena artística, sino también a estudiar las plantas y hongos que crecían, convirtiéndose más tarde en una naturalista de tomo y lomo.

Y como no puede faltar, Beatrix también tuvo memorables amores en su vida. El primero -y el más trágico- lo mantuvo con su editor, Norman, con quién se prometió a pesar de que sus padres se opusieron al matrimonio. Lamentablemente, unas semanas antes de que ambos se casaron, Norman contrajo una enfermedad mortal y murió.

Rota por el dolor, Beatrix decidió abandonar la casa de sus padres e independizarse, pues a esas alturas ya era una mujer rica cuyos libros se vendían como el pan fresco. Beatrix compró una casa en uno de los distritos donde había pasado sus temporadas vacacionales y allí volvió a enamorarse. Esta vez de un abogado que había sido amigo suyo durante su infancia.

Allí, Beatrix realizó concienzudos estudios sobre la historia natural del lugar y también se convirtió en una ferviente activista en contra de levantar industrias en los paisajes del distrito, muchos de cuyos terrenos compró solo para impedir que las empresas destruyeran el entorno. Hoy en día, aquellos bosques y valles son un patrimonio natural.

Conejos, ranas, ratones, patos, hurones, zorros y gatos son solo algunos de los animales que protagonizan sus historias, conformando un mundo propio con una inmensa riqueza de colores y vitalidad. Su técnica de ilustración es la acuarela, de la que tenía un total dominio.


Sin más, dejo aquí alguna de las ilustraciones que más me gustan de ella...